miércoles, enero 14, 2009

Todos al diván con Huergo II: Acopiadores acópienla!



Hola, Huergo.









Hola, tía. Decime, por qué no me saludás más?










Desde que vengo a verte me convencí que saludar estatuas y cantar por la calle definitivamente no está bien.









Pero no soy una estatua.












Eeehh... Me pregunto la utilidad de una sesión psicológica con una estatua con complejos de Pinocho.







Estás a un tris de lastimar mis sentimientos.












Oh, nono, todo menos eso.








¿Todo?












Sí, todo.










¿Por ejemplo...?











Soy capaz de ir al despacho de Rosito, y regalarle una de esas muñequitas que bailan hawaiana mientras canto "No la dejes ir no la dejes ir! por que? te lo digo yo. quien es? violeta!"








Me emocioné.











Ay que chuchi.









Bueno, qué te trae hoy a mi consul?












¿Cónsul? No diga así que me acuerdo del César en las escalinatas. Ahora que lo pienso, mire si sucede eso en las escalinatas de la FI? COOOOOL!









TIA!











Ah, sí. Sigo, estoy requetechapita con el tema del colectivo. Los aumentos are freakin' me out.










Sí, entiendo, el sueldo del proletariado es bajo.









Nos están haciendo matarnos entre nosotros. Me temo que estamos enfrentando la peor crisis de todas. La gente se ha hecho adicta a las monedas. Colas increíbles en los bancos, todos cambiando la totalidad de sus sueldos de poligrillos en monedas de un peso. El colectivero pelea con un repartidor de pizzas, el quiosquero se rehúsa a vender si no se paga con monedas, los banqueros se quedan las monedas para ellos. Todos de mal humor, peleando, sacándose las garras, las uñas, los pelos!!!







Al menos no se sacan las ropas.











¬¬









Hay que mantener la moral intachable.











Todos queremos monedas! Subieron los precios 0,20 centavos y la paranoia colectiva se ha adueñado de nuestras mentes! Hoy cambié 20 pesos y estaba como papa noel con ventilador!









¿Papá Noel con ventilador?










Sí, acá hace calor. Anyway, cómo es posible eso? He visto gentes en auto cambiando monedas! Es que estamos todos locos? Qué nos pasa a los argentinos??? Lo peor de todo es que me encontré a mi misma pensando en una caminata con cuánto pagar el subte para que me devuelvan muchas monedas!! Es enfermizo! Hasta odio a los porteñitos porque se quejan de su irrisorio boleto de 1,10 mientras los bonaerenses pagamos cifras mayores hace banda!







Y has pensado cómo solucionar este sentimiento de odio que te aqueja?










Sí. Primero que nada, detectar quienes son los malditos avaros hijos de una madre malvada hechicera bruja mala mala fea con un grano peludo en la nariz que guardan monedas en sus casas en frascos enormes y lo acopian como si de barras de oro se tratase.










¿...?










HAY QUE MATARLOS! Voy a encabezar una marcha con velitas cuyas consignas van a ser claras: MUERTE A LOS ACOPIADORES.











¡¡¡¡!!!!











Sí, MUERTE A LOS ACOPIADORES. Sos un acopiador? PENSALO. O TE SACAS LAS MONEDAS O TE LAS SACAMOS NOSOTROS.









¡Tía!











¿Qué?











Yo acopio monedas!











(plop) ¿Tu quoque Huergo?












El giro argumental de esta sesión ha sido inesperado y rotundo. The end is not yet written.

Avances de la próxima sesión...




Pero Huergo!! Vos eras mi amigo!







Ya see? I told ya i was your only and best friend-counselor-spiritual guide! KILL HIM! LET THIS STATUE'S BLOOD BE THE RUG TO THIS INSIPID FIUBA'S STAIRS!








Yo... yo... No sé que hacer...











Recuerda quién eres...










¿Mufasa?