Señores, Bob Dylan no es el gran poeta revolucionario que todos dicen que es. No, no. Los rockeros nenenennnnna de esa época están todos six feet under. Los verdaderos luchadores por el pueblo hippie se han muerto en charcos de vómito, en lo pleno de su carrera y han sido llorados por los asistentes a Woodstock, antes de convertirse en yuppies fachos de la Wall Street. Que este tipo esté vivo, es la prueba de que todo eran letras bonitas con una voz destruída, pero nada más que eso. Ni activista pacífico ni político ni nada. Un cantante más, como Tripa o Jean Carlos. Bueno, no tanto, pero se dan una idea.