miércoles, febrero 06, 2008

El hombre del ayer renace al hombre del futuro luego de la crisis de las mujeres embarazadas.

El hombre del ayer sufrirá repentinamente una crisis rápida y efectiva en su sociedad, que pasaré a explicar.

Las razones que llevarán a las embarazadas a hacer lo que harán, nadie las sabe, lo que sí se sabe es que sucederá, y luego de ello, renacerá el hombre del futuro. La realidad es que en algún momento del futuro (no está establecido cuando), las embarazadas se juntarán en un búnker especial y decidirán organizar su lucha. Antes solamente lo hacían de forma marginal, pero su poca vida útil como mujeres encintas, les cortaba la acción. Pronto volvían a ser personas normales y olvidaban por completo a sus compañeras. Por eso, se reunirán y decidirán hacerle la vida imposible al hombre del ayer.

De pronto, todas saldrán a la calle. Tomarán trenes y colectivos sin cesar, esperando a que estén bien llenos, así causarán más revuelo. Les encantará surtir efecto discorde entre los pasajeros que no se quieran parar y los parados que los obliguen a hacerlo. En los días de calor, pedirán que cierren las ventanas, y en los de frío, que las abran. Elegirán cuidadosamente al pasajero a quien le harán su escenita de la pobre chica embarazada. Pronto la ciudad será un caos, decidirán salir a la misma hora todos los días, las horas pico, las más controversiales. Comenzará el caos social. La gente empezará a ir caminando al trabajo, pero no llegarán a horario, la oferta de bicicletas pronto no será suficiente, una horda de gente en segway, skate y cuatriciclos poblará las calles, junto con la confusión y el desenfreno. En su búnker secreto, las embarazadas reirán, mientras algunas darán a luz, pero no abandonarán la lucha, llevando almohadones especialmente diseñados para dar la idea de encintas.

Pronto, los medios de transporte se quedarán vacíos. Los choferes, los maquinistas, los mecánicos encontrarán el desempleo, las compañías quebrarán, el caos vehicular provocado por la cantidad de automóviles que saldrán a la calle se hará evidente el día que el hombre del futuro nacerá por primera vez, un 3 de agosto. Aquel día fatídico, el país se poblará de piquetes. Por un lado, las embarazadas que ya no tendrán colectivos ni trenes donde viajar, por otro lado, los ex-empleados afines a estos mismos transportes, que sufrirán la pobreza, en otra punta, los automovilistas, que verán su tiempo de llegada a sus trabajos ampliado debido a que las autopistas no darán a basto. Ese día, el presidente, en medio de protestas, represión, bombas molotov, declarará toque de queda. El ejército se verá obligado a actuar, pero los tanques no podrán llegar a las zonas de conflicto. Nada habrá que hacer. El país estará superpoblado de gente.

Entonces, el presidente tomará una medida preparada desde la declaración de la independencia, pero que nunca había sido llevada a cabo. Explotará 45 bombas en el país, distribuídas de forma uniforme en los centros urbanos más importantes. Un millón morirá, otro tanto resultará gravemente herido, incluyendo al mismísimo presidente y a la Representante Gremial de las Embarazadas.

El silencio se adueñará de la nación por tres días y tres noches, el duelo será interminable e histórico. Nadie sabrá a ciencia cierta que es lo que había acontecido en el territorio nacional.

Al cuarto día, desde el Hospital de las Almas Perdidas, el único canal de televisión que aun tendrá periodistas ilesos trabajando, trasmitirá un Flash Especial, lo titularán "El Hombre del Futuro ha llegado". La Representante Gremial de las Embarazadas habrá tenido su hijo y junto a él nacerá la esperanza.

Tened cuidado amigos, cuando una simple señorita os pida el asiento, dáoslo, no sabeis que podría provocar su ira doble.

3 comentarios:

Humanoide dijo...

yo una vez le quise dar el asiento a una chica que nada más estaba gorda

casi me muero de verguenza

y ni hablar de ella...

un engorro...

Damián de Haedo dijo...

Gracias por pasar por mi blog! Sos de Haedo? Somos vecinos entonces... Qué bueno, che.
Besos.

tiacosas dijo...

humanoide: siempre digo lo mismo, cuidado con las embarazadas, mejor que te pase lo que te pasó que generar su ira.

damián: si, somos vecinos! muy lindo tu blog, saludos!