miércoles, noviembre 28, 2007

Volvió lo peor de nuestra historia

Ustedes dirán, volvió la guerra, volvió Nazarena Vélez, volvió Menem, volvió Cavallo, volvió Britney Spears (ya sin pelar) o los Back Steet Boys (eso si sería terrible), volvió Hitler o el apartheid, volvió Gladys la bomba tucumana o tal vez la dictadura. No sé, cada uno sabrá. Pero no, nada de eso, volvieron los 80s, y volvieron con todo. Así como alguna vez se fueron los jopos, los pantalones tiro largo, los colores fluo, una patada verdadera al buen gusto, aquí vinieron. Hay una teoría, que me atrevo a robarle a mi hermano, la cual dice que como los que fueron jóvenes en la década nefasta ahora son grandes y lo recurdan como algo gracioso (What The Fuck!?), ahora que ya rondan los 30 y largos, se hacen los piolas y lo trajeron de nuevo. Si es así, hay que reventarles la cabeza, gente, a quien puede interesarle tan olvidable momento de la historia? La primera vez que fui realmente conciente de advenimiento de esta moda fue cuando divisé a lo lejos el cartel de la Fiesta Ochentosa de Nokia. Lo veía y no lo podía creer. Quien puede estar interesado en tal demostración de la decadencia de la cultura? Y me cayeron las fichas, todas las fichas juntas, una catarata de fichas. The 80s are back, con todo lo que eso significa. De todas formas hay algo que es seguro. Yo era chiquita en los 90s y ni loca pienso torturar a las generaciones venideras con canciones de N´Sync, Christina Aguilera o Westlife. No creo que se lo merezcan, pobres criaturas. Nadie me preguntó si yo quería sufrir este repentino ataque oldie, nadie buscó mi opinión ni la de millones que compartimos el asco por esta moda. Por favor, hago un llamado a la solidaridad, reunámonos como pueblo civilizado que somos en pos de la destrucción de esta pseudo-moda, antes que los jopos con gel y spray nos ataquen aliados con grandes baldes de pintura fluo y equipos de gimnasia Adidas brillantes.


Boicot al mal gusto, señores.